Documents diversos d'història i cultura

enciclopedia cat [folk] Sortida al camp que tenia lloc el dimecres de Cendra a Barcelona (hom solia anar a Montjuïc) i a altres llocs del Principat i que cloïa les festes de carnestoltes.
A més de la berenada, hom feia una cerimònia grotesca en què era enterrada entre plats de terrissa una arengada o sardina, generalment vestida de manera ridícula. Pel fet d'ésser celebrat ja dins el primer dia de quaresma, tenia un caràcter anticlerical.Aquest costum té l'origen en una festa carnavalesca madrilenya, processó burlesca en què hom, entre cants que parodiaven els eclesiàstics i gatzara, enterrava la "sardina" (en el sentit popular d''espinada de porc'), festa que pintà Goya i descriví Mesonero Romanos i que s'introduí a Catalunya a mitjan segle XIX.

Historia del entierro regmurcia.com
 Introducción 
    El Entierro de la Sardina no tiene la raíz ancestral y mítica del Carnaval. Mucho más joven, esta fiesta del final de la Cuaresma, se nutre, para su explosión en Primavera, de las raíces y formas del Carnaval.
    Ya se ha hecho fiesta y se enmarca dignamente en la tradición y la historia, rehaciendo el mito primitivo que se mantiene en toda la ribera del mar. Así que la fiesta llega a alcanzar el dramatismo litúrgico de los misterios de Eleusis. La luz de las antorchas y el ritmo acelerado de los pulsos, mientras Dionisios gobierna y patea, prepara el reventón de los odres, y el vino corre y enloquece.
    Se incorporó a Murcia esta fiesta por natural condición de la tierra, y mimetizó el pasado sin alterar apenas este presente que cierra con fascinante algarabía las fiestas de primavera. En el Entierro de la Sardina hay un reencuentro de la memoria con las raíces y la expresión del mito. Su significado te acerca a aquellos días casi fuera del tiempo en el que los juegos, la fiesta y las costumbres eran iguales en el fondo de la conciencia.
    En la fiesta de ahora, toda es rito, naturaleza demoníaca, realidad enigmática del recuerdo y del tiempo vivido, que recogen esas imágenes que no tienen origen y revelan la carne de que estamos hechos. Al amanecer llegará la serena sorpresa de la luz morada y el aire limpio, anunciado, como la fiesta, los días de más allá. (a.dHoyos)

1991-2000

En este periodo de tiempo, resaltar que se configura un recorrido de cuatro kilómetros, lo suficientemente amplio, como para albergar el número de visitantes que se dan cita. Desfilan veintitrés carrozas. Se celebran los primeros Congresos Sardineros, y en 1998 tiene lugar un sorteo especial de la Lotería Nacional con motivo del Entierro de la Sardina. En el año 2000, el festejo cumple su 150 Aniversario, realizando eventos de carácter cultural todos los meses. Los desfiles se programaron de forma especial y la asistencia de visitantes se cifró en un millón de personas.

1981 - 1990

En ésta década destacar que la Agrupación Sardinera decide que las fiestas sean tres días y se presenta por primera vez en el año 1982 la Revista Sardinera. En 1987, la Agrupación Sardinera recibe la Bandera de la Ciudad. En 1988, como dato de suma importancia, destacar la aceptación por parte de su Alteza Real el Príncipe de Asturias D. Felipe de Borbón la Presidencia de Honor de la Agrupación Sardinera de Murcia.

1971 - 1980

Resaltar que en éste periodo, va aumentando el número de participantes hasta un máximo de veintiuna carroza. Se instala el albergue sardinero por donde pasaron los mejores artistas del elenco nacional. Miguel Delibes en su obra 'Los raíles' se ocupa ampliamente del Entierro de la Sardina. En 1973, asiste al desfile el ministro de Información y Turismo, Sr. Sánchez Bella. Y en el año 1976 fue televisado por Televisión Española.

1961 - 1970

En este periodo cabe resaltar que el periódico 'La Prensa' de Barcelona, en 1962, lanza un número extra del Entierro de la Sardina, de 14 páginas, basándose en que en Barcelona viven más de 115.000 murcianos. El 3 de febrero de 1966 el Entierro de la Sardina es declarado de Interés Turístico Nacional, previa petición del Excmo. Ayuntamiento al Ministerio de Información y Turismo, desfilando hasta dieciséis carrozas con sus bandas de música. En 1968, el célebre pintor murciano Muñoz Barberán, inaugura una exposición en Berlín (Alemania) con cuadros del Entierro de la Sardina.

1951- 1960

En 1951 parte el Entierro de la Plaza de Julián Romea, terminando en la Glorieta de España. En 1952, se inicia en la Plaza Santo Domingo con nueve carrozas, terminando en la Glorieta de España. En 1953, vuelve a salir de la Plaza de Julián Romea compuesto por nueve carrozas, siendo destacable el estimable valor de los juguetes. En los años sucesivos la salida del Festejo se realiza con la alternancia de las Plazas de Julián Romea y Santo Domingo. Cabe destacar que en el año 1957, fue transmitido por Radio Nacional de España y por las emisoras de Radio Juventud. En el año 1958 se reparten más de diez mil carteles por toda España.

1941- 1950

Debido al fallecimiento del Rey D. Alfonso XIII en Roma el 1 de marzo de 1941, el festejo se suspende. En el año 1942, se inicia desde la Plaza de Julián Romea con nueve carrozas, finalizando en la Glorieta de España, donde tiene lugar la Quema de la Sardina. La novedad en el año 1943, fueron los juguetes, bengalas, hachones, chisperos, y que sale a concurso la Quema de la Sardina, teniendo lugar ésta, con todas las carrozas alrededor. De la misma forma, el festejo se desarrolla en el año siguiente. En 1945, la comisión del Entierro de la Sardina, se reúne ante los rumores de que no saldría, y el 1 de marzo se confirman los rumores. Debido a las grandes inundaciones acaecidas en 1946, el Entierro se suspende. En el año 1947, desfila el Entierro con nueve carrozas y en el año 1948 desfilan diez carrozas y tiene como novedad que la Quema de la Sardina se realiza en la explanada del Puente Viejo. En el año 1949 se desfila con nueve carrozas partiendo de la Plaza de Julián Romea, teniendo lugar la quema en la Glorieta de España. En el año 1950, se desfila con ocho carrozas, teniendo como novedad la Quema de la Sardina en el popular Barrio del Carmen.

1931 - 1940

En 1931, no se celebra por cuestiones políticas. El 15 de abril de dicho año, se proclama la República, lo que no es óbice para que el 1 de mayo del mismo año se estrene el Himno Sardinero. El 29 de marzo de 1932, participan siete carrozas y al siguiente año ocho. En 1934, no sale, pero la revista 'Blanco y Negro', dedica varias páginas a Murcia y a su festejo el Entierro de la Sardina, como acontecimientos más importantes. El 2 de febrero de 1935, se inaugura la creación del Museo Sardinero, y el 23 de abril del mismo año tiene lugar el Entierro de la Sardina con ocho carrozas destacando que desfila por vez primera el Velatorio de la Sardina. Desde el año 1936 hasta el 1940, el festejo se suspende debido a la Guerra.

1921 - 1930

El 28 de mazo de 1921, el festejo se inicia en la Plaza Santo Domingo y participan seis carrozas. En el año 1922, no sale. En el año 1923, en las fiestas de primavera se participa con siete carrozas, destacando como novedad la participación de las viudas tristes, que todas, de riguroso negro, lloran la muerte de la sardina. En 1924, por diversos problemas, destacando el económico, no se celebró en Murcia ningún tipo de fiestas. Igualmente, el 20 de febrero de 1925, en reunión celebrada en el Ayuntamiento, se acordó celebrar las fiestas, pero sin la participación del Entierro de la Sardina, así como en los años 1926 y 1927. El 11 de abril de 1928, tiene lugar el Entierro con la participación de seis carrozas y al año siguiente con siete carrozas, no volviendo a salir en 1.930.

1911 - 1920

Por diversas circunstancias, entre ellas las políticas, el festejo sufre las consecuencias, y en año 1911 el festejo sale a la calle con tan solo cuatro carrozas. En los años 1912 y 1913 no sale. En el año 1914, vuelve a salir pero solo con seis carrozas. Entre los años 1915 al 1918, no se celebran los festejos a consecuencia de la guerra que tiene lugar en Europa. Una vez finalizada ésta, en el año 1919, vuelve a celebrarse participando en el desfile ocho carrozas. El 29 de marzo de 1920, empiezan a denominarse este festejo como las fiestas de primavera, desfilando cinco carrozas.

1900 - 1910

Va en ésta década aparecen datos referentes al 'Entierro de la Sardina', a nivel internacional, y es el periódico francés 'Mediodia' el que recoge en sus páginas la gran cantidad de turistas que se desplazan a Murcia para presenciar los desfiles del Entierro de la Sardin'. Igualmente, un diario de Buenos Aires (Argentina), hace referencia en sus páginas a la asistencia del Licenciado-Doctor Sr. Ruiz Gutiérrez, médico, a los actos sardineros que tuvieron lugar en la ciudad española de Murcia. También cabe resaltar la asistencia, del ministro francés Ms. Viviaru.
De 1851 a 1853
Un grupo de estudiantes murcianos entre los que se contaban el poeta Jose Selgas y los futuros Presidentes del Casino, Antonio Gómez Carrasco (1862) y Francisco Nolla Orriols (1865), reproducen en Murcia las Mascaradas que habían visto en Madrid. 

La última noche de Carnaval recorren las principales calles, especialmente en los Barrios de San Antolín y San Agustín, con capuchones negros, hachas y un féretro con la Sardina, que terminan quemándola ante la expectación general. Así nació el antecedente del Entierro de La Sardina. 
Los dos años siguientes (1852-1853), continuaron las Mascaradas organizándose y evolucionando hacia la Cabalgata.


de 1854 a 1861 En 1854 se centra la organización en la Plaza de San Agustín, donde transportan una Sardina para ser depositada "en su palacio", instalado en el Casino. Desde los carros se reparten golosinas y hojas con versos. Se lee el Bando del Casino que después evolucionará a Testamento de La Sardina. Detrás de cada carro desfila una B
anda de Música.El Entierro de 1854 ya es un espectáculo consolidado. Los hachones y bengalas iluminan el recorrido nocturno (la luz eléctrica se instaló en Murcia en 1894).
Se pedía a los vecinos que pusieran en sus fachadas faroles, candiles o candilejas. También se desarrollaba el Bando De La Huerta asociado al Ent
ierro.
En 1859 se inicia el desfile a las 7 de la tarde con miles de alumbrantes, en dos filas. Figuran cuatro gigantes representando a Europa, Asia, África y América, seguidos del carro de BACO, y otros, entre ellos uno figurando un teatro. Con música de violín; se parodiaba la última escena de la Ópera el trovador.
Desfilaba también un Bergantín, tirado por dos pares de bueyes ocultos al público, desde el que numerosos marinos simulaban pescar sardinas.
En 1860 llega la Sardina desde Cartagena y se le tributa una gran recepción. La financiación del Entierro, inicialmente soportada por el Casino, se hace por suscripción entre el Ayuntamiento, Casino, Círculo, Fondistas, Ferrocarril, Tiendas de Comestibles, Taberneros, etc. y murcianos pudientes.
La Reina, su esposo D. Francisco de Asís María De Borbón e hijos fueron huéspedes del obispo de la Diócesis Francisco Landería Sevilla, en su Palacio de la Plaza de Belluga, desde cuyos balcones presenciaron una reproducción ampliada, de la Mascarada que los murcianos presenciaron en el tercer día de Carnaval. El desfile tuvo lugar el sábado día 25 de Octubre. 

FIESTA ESPAÑOLA - El entierro de la sardina http://www.donquijote.org/culture/spain/society/holidays/entierrodelasardina_es.asp

February is the month for Carnivals in Spain and in a few countries of Latin America. The Spaniards, who love dressing up and look for reasons to have a good party, celebrate their famous February carnivals in Tenerife, and Cádiz, while other cities and towns celebrate as well but with traditional, unique twists of their own. The festive feeling of carnivals that take over the Spanish territory ends on the Tuesday before Miércoles de Ceniza (Ash Wednesday) which is the last day before the start of the Catholic 40-day fasting and abstinence season known as Cuaresma (Lent).
In Madrid, an unusual ceremony called El Entierro de la Sardina (literally, the burial of the sardine) takes place. A large number of people get together to observe a centuries old annual Spanish tradition of burying a dead fish. This popular manifestation was first captured for posterity and made famous by Spanish painter Francisco de Goya in an oil painting of the same name, “El Entierro de la Sardina,” dated between 1812 and 1819.
The satirical ceremony simulates a burial procession of a sardine (real or fake), which gets solemnly paraded around the city streets in a real or cardboard coffin. Men and women dress up in black period costume clothes, with men sometimes daring to dress up as weeping widows. Women do cover their heads with the traditional black Spanish lace veil. The sardine is the symbol of the carnival (a “liberating period”), while its death and burial represent the end of carnival season and the beginning of the religious fasting period. People “mourn” their feelings of sadness over the ending of the festive season and how it implies the beginning of staunch religious observance.
The procession is headed by someone pretending to be a public prosecutor, and whose role consists of clearing the streets ahead of the procession to allow the passing of the carnival carriage. He is followed by a fake priest, the priest's young assistant and the people in charge of driving the funeral carriage. The wooden carriage is adorned with palms, flowers and other offerings with the sardine resting in its interior, as if it were its hearse. The widows follow, confessing their “sins” to the false priest and lamenting the death of the sardine with fake screams and weeping. Someone dressed up as the Devil tries to prevent the passage of the sardine by trying to abduct it, but a supposed group of policemen scare the devil away and maintain order among the procession attendees. When the sardine's carriage reaches its destination, the people's collective euphoria intensifies.
There are 2 different stories as to the origin of this tradition, yet no one seems to know for sure when one is true. The first story dates back to the XVII century, when Charles III, King of Spain, who wanted to celebrate the end of the festival with the commoners, ordered sardines and wine to be served at the countryside picnic. The weather that day was hot, very typical at the time of year, and the sardines began to smell foul due to the heat. The people wanted to get rid of the bad smell and realized the only way to achieve that was to bury them. The king consented to this. The people wept at the thought of no longer getting free food and having to begin the observant period of abstinence.
The other story goes that in past years when Cuaresma was dutifully observed by all, a breed of pig called “sardine” was buried on the first day of this Saintly period, in representation of the meat they would have to forfeit eating during the religious observation period. This pig's breed name sardine became popular.
What follows next depends on the city celebrating the burial. Cities that are not near water do not bury the sardine, they burn it in a symbolic cremation, similar to Valencia's cremá de las Fallas. In cities nearer the sea or rivers, the sardine is buried or it may also be burned. Its “ashes” are scattered into the sea, or it is taken out to the open ocean on a boat symbolizing the sardine's return “home” and the close of the carnival festivities.
 
Barcelona despide el Carnaval con el Entierro de la Sardina (+info)
El Carnaval llega a su fin, después de una semana de fiesta y desenfreno. Este Miércoles de Ceniza, niños y niñas de escuelas de Barcelona han celebrado una fiesta en el parque de la Ciutadella, donde han creado sardinas, que después se enterrarán. Pero en la ciudad encontrarás muchos más actos para acabar de celebrar estos días como toca: ¡con alegría!
Después de una semana de fiesta y desenfreno, un año más, el rey Carnaval se despide de Barcelona. Pero no vayas a pensar que la despedida será triste, todo lo contrario, estará llena de la alegría que caracteriza estos días.
¿Y qué mejor para despedir el Carnaval que una fiesta para niños y niñas? Pues eso es lo que han hecho los alumnos de algunas de las escuelas de la ciudad, que han ido al parque de la Ciutadella para bailar, pasarlo bien y preparar sardinas de cartón, con su correspondiente vestido y lazo, y colgadas de una caña de hilo, para más tarde, enterrarlas.
Hacer bailar la sardina
"Hemos pintado sardinas de colores y las hemos colgado de un hilo", explica Kiran, de la escuela Cervantes. Su compañera, Nayeli, añade que después bailarán con las sardinas porque "hoy es el entierro".
Richard, padre de la pequeña Julieta, del Jardín de Infancia Esquitx, dice que le gusta vivir las tradiciones catalanas con su hija, y que han venido "para bailar y pasarlo bien construyendo las sardinas".
¡Y también comer sardinas y arenques!
Este Miércoles de Ceniza lo que toca es, aparte de enterrarlas, comer sardinas y arenques para despedir al rey Carnaval y después dar paso a la Vieja Cuaresma, con sus siete piernas, una por cada semana que dura la temporada que lleva su nombre.
Echa un vistazo a la agenda cultural del web del Carnaval, donde encontrarás todas las sardinadas y meriendas populares que se hacen en la ciudad.

Entierro de la sardina encarnaval.com > entierro en Múrcia (from wiki) +Múrcia
El origen del Entierro de la Sardina comienza a celebrarse sobre la mitad del siglo XIX, en que un grupo de estudiantes de Madrid, reunidos en la Farmacia de San Antón, resolvieron realizar un cortejo fúnebre presidido por una sardina, simbolizando el ayuno y la abstinencia, para así revivir el festejo carnavalesco que se celebraba en Madrid el Miércoles de Ceniza.
Si bien se ha explicado el origen de esta fiesta a mediados del S. XIX, consideran que en sus orígenes, al iniciar la Cuaresma se acostumbraba a enterrar un costillar de cerdo (al que denominaban sardina), significando la prohibición de comer carne. Otros investigadores opinan que el Entierro de la Sardina se realizaba para lograr abundante pesca.
Este Entierro de la Sardina representa el triunfo de don Carnal sobre doña Cuaresma. Es una fiesta pagana que se celebra en Murcia, el sábado siguiente al Domingo de Resurrección.
El Entierro de la Sardina es una fiesta murciana por excelencia. Fue declarada de Interés Turístico Internacional.
En Madrid, termina con las celebraciones de las Carnestolendas. Este entierro en Madrid, se hace arrojando la sardina al mar, despidiendo así a Don Carnal y recibiendo a Doña Cuaresma, para usar las denominaciones que realiza el Arcipreste de Hita, de estas alegorías.
También en Vigo se realiza esta fiesta, acompañando al cortejo de la sardina, numerosas comparsas, disfrazados, carrozas, y hasta viudas desconsoladas, que hacen un pintoresco cuadro de despedida del carnaval.
Esta celebración se ha difundido por toda España, y hasta en países de América, que heredaron esta costumbre.
Concejalía de Turismo Murcia (+info)
Se trata de un festejo único y original que se celebra el sábado siguiente al Domingo de Resurrección. Junto con el Bando, es la otra fiesta grande de Murcia.
El Entierro es la victoria de don Carnal sobre doña Cuaresma, es una fiesta pagana, de la mitología y del fuego, y es una noche mágica de visita obligada a la ciudad.
El origen del Entierro de la Sardina se remonta a mediados del siglo XIX, cuando un grupo de estudiantes de Madrid, que se reunían en la rebotica de la Farmacia de San Antón, decidieron formar un cortejo fúnebre presidido por una sardina, que simboliza el ayuno y la abstinencia, queriendo revivir el festejo carnavalesco que se celebraba en Madrid el Miércoles de Ceniza. Tal vez, lo que nunca pensaron es en las inmensas proporciones y popularidad que, andando el tiempo, llegaría a tener esta fiesta.
La organización del festejo corre a cargo de los "Grupos Sardineros", que durante los días previos animan extraordinariamente la ciudad con sus pasacalles. En particular el sábado por la mañana, en el bulevar de Alfonso X el Sabio, en la que tiene lugar una multitudinaria e informal cabalgata.
La noche previa al desfile "Doña Sardina", encarnada en una mujer -normalmente perteneciente al gremio del periodismo-, que ha sido elegida por los Sardineros, lee el Testamento de la Sardina desde el balcón del Ayuntamiento, haciendo alusión en clave de humor a hechos y personajes de la vida pública.
El desfile consta de dos partes diferenciadas; una cabecera con charangas, comparsas, grupos de animación de lo más variopinto, el dragón articulado, gigantes y cabezudos; y una segunda parte integrada por carrozas dedicadas a los dioses del Olimpo que, adornadas con motivos alusivos, acompañan a la sardina hasta su quema junto al Ayuntamiento. Desde las carrozas se reparten miles de juguetes, de todas las clases imaginables, entre los que destaca el pito que todo el mundo toca sin descanso.
Fuegos artificiales, música, charangas, comparsas, carrozas, juguetes, grupos de carnaval, hachoneros, concierto de pitos… todo ello aderezado formando un loco entierro en una noche absolutamente mágica, en la que todo el mundo sin distinción pugna por conseguir un juguete.
Finalmente, la sardina es quemada en un fuego purificador bajo un cielo primaveral encendido por el impresionante espectáculo de fuegos artificiales.

Análisis del cuadro "El entierro de la Sardina" Goya from wiki
Pese a estar inscrito en un conjunto de cuadros de costumbres de la vida española, el cuadro, en su origen, tuvo un carácter muy subversivo con la religión católica. En un primer momento, en el estandarte que ocupa el centro del cuadro aparecía la palabra «Mortus» sobre una forma indefinida, que podía ser la sardina. Esta palabra se hace eco de la que aparece en frases típicas de los estandartes de las procesiones del Viernes Santo (como Christus mortus est hodie) aunque, funcionando como parodia (como toda la tradición del entierro de la sardina), referiría a la muerte del ayuno cuaresmal, simbolizado por el pescado.
Sin embargo, toda esta serie de alusiones, desaparecen en parte al haber sustituido la palabra por una grotesca máscara sonriente, lo que la relaciona con las actitudes del grupo de personajes, bailando, y con máscaras. Aun así, el hombre que baila a la derecha viste, al parecer, hábito de fraile, con lo que se mantiene cierta parodia o sátira del estamento clerical. Además, las dos mujeres centrales que bailan eran, en el dibujo, unas monjas; en el cuadro definitivo esta identificación ha desaparecido. Solo son mujeres jóvenes con un maquillaje de fantasía que hace función de máscara. En todo caso de la parodia religiosa se ha pasado a la presencia sin más del baile, la fiesta, la risa y la diversión popular, como protagonista absoluto del cuadro. Otros personajes, como el situado a la izquierda más o menos disfrazado de jaque o soldado del siglo XVII y que blande una pica en dirección a una de las mujeres, remitiría al instinto indirectamente sexual desatado en esta fiesta. Están así presentes en forma grotesca las dos instituciones decisivas en la configuración de la sátira por parte del imaginario popular: el ejército, la fuerza; la moral, la iglesia.

Hay que recordar además que, si bien el carnaval fue permitido durante la dominación francesa, el retorno al absolutismo fernandino (que es la fecha más probable de realización de esta obra) prohibía estas expansiones por los desmanes y burlas que a las instituciones que lo apoyaban se hacían, aunque tales represiones no tuvieron demasiado efecto. De todos modos, Goya, si pintó efectivamente el cuadro entre 1815 y 1819, como defiende Bozal (2005), llevaría a cabo un acto de talante ciertamente crítico y transgresor, mostraría con él su rechazo de la política reaccionaria de Fernando VII.
En cuanto a la composición, está muy cercana a las de la serie con la que forma conjunto, en particular Corrida de toros en un pueblo, pues se trata de un óvalo iluminado, alrededor del cual (como en un ruedo) se sitúa el público espectador, aunque en este caso participe de la fiesta y esté también disfrazado con máscaras. Aunque, en comparación con aquel, en El entierro de la sardina predomina la luz sobre la sombra y la alegría frente al drama; lo mismo que lo distingue de la Casa de locos, la Procesión de disciplinantes y Auto de fe de la Inquisición, obras todas ellas que muestran una gama cromática limitada y cuyos asuntos no permiten la expansión festiva.
Esta obra manifiesta la alegría de vivir del pueblo, y contrasta con las recientes escenas macabras de Los desastres de la guerra o la tragedia inminente de la serie de la Tauromaquia, así como se aleja de los autos de fe, las muestras sangrientas de las disciplinas de los flagelantes o el mundo absurdo y marginado de la casa de locos, los cuadros con los que se ha visto que se relaciona en el tiempo y asuntos. Se trata de destacar más allá de las circunstancias políticas y sociales la «vitalidad popular», según señala Bozal. Aquí las clases humildes gozan de libertad, se expresan sin trabas y no se ven abocados a restricciones, padecimientos e incluso guerras impuestas por circunstancias ajenas al deseo del pueblo. Este es el mensaje complementario de la denuncia que lanzaba la serie de estampas de Los desastres de la guerra, donde todo el énfasis se hacía en la lucha de la gente por su vida, por sus casas y donde las víctimas estaban despojadas de heroismo y de representación de causa alguna. Es este del entierro de la sardina el mundo feliz, aunque en su último día, o el que, por un tiempo, da rienda suelta a sus deseos vitales, sin hacer consideración moral alguna y mostrando la simple fiesta, abolidas las leyes, instituciones y ataduras de la autoridad.

OBRA CLÀSSICA RECOMANADA: "el entierro de la sardina" de Clarín és divertidíssim i ajuda a comprendre la profunditat del tema! He de reconèixer que la literatura espanyola és una de les meves passions secretes des d'adolescent.


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